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Con retraso subo esta ruta que hicimos el verano de 2014.
Nerja es un sitio que nos gusta mucho, terminamos yendo año si año no. Me quedaban unos días de vacaciones a finales de agosto y como no pudimos hacer todos la ruta del ascenso del río Chillar dos años antes, planeamos repetirlo este año; una ruta de 16 Km andando por piedras y agua todo el tiempo que solo nos reventó la planta de los pies y el alma, por lo que al día siguiente planeamos terminar de reventarnos del todo haciendo esta ruta de kayak de dos horas "dale que te pego" sin parar a las palas.
El día amaneció nublado y con riesgo de cancelación; menos mal que mejoró y pudimos salir en el último turno.
Los acantilados de Maro-Cerro Gordo son un Paraje Natural de unos 12 Km que pertenecen al término costero de Nerja. Para poder disfrutarlos hay que recorrerlos en una embarcación ligera que te permita acercarte lo máximo posible a los acantilados e incluso visitar las cuevas y bañarte en las cascadas que caen de los altos acantilados, y que mejor que hacerlo en kayak; claro que es imprescindible que el mar esté calmo porque si no sería realmente peligroso acercarse a las rocas.
Los kayak eran biplaza y me tocó lidiar con el nano; o sea, que no solo iba yo a hacer todo el esfuerzo, sino que me tocaba mantener la proa en la dirección correcta o podríamos terminar en las costas de África.
El grupo era numeroso y al principio (bueno, y al final) era imposible no enredarte y chocar unos con otros; un cachondeo, vamos.
La ruta total fué de 3,37 millas naúticas. No es que yo sepa nada de navegación y millas naúticas, es que el track me dice que es esa distancia y he tenido que mirar en la wiki la conversión y sacar la calculadora: unos 6 km y medio. Por cierto que el perfil del track es cachondo; parece que hayamos cabalgado dos tsunamis de 200 metros de altura.
El Paraje Natural está lleno de recovecos, cuevas, rocas de formas imposibles, cascadas.... el agua cristalina de color turquesa dejaba ver el fondo con total nitidez, y en cierto momento estuvimos rodeados de una colonia de medusas de bonito color rosa.
Si bien íbamos en grupo, sobre todo para escuchar al guía, teníamos cierta libertad para investigar todas las formaciones rocosas que a veces era laberíntica.
Al principio el nano le daba a las palas con fuerza; ya a mediados de la ruta ya notaba yo que solo hacía el gesto de mover los brazos, el gamberrete.
Como dije antes éramos el último turno y se nos hizo de noche en el kayak; toda una experiencia ir en kayak de noche viendo las luces de la costa.
Una gran experiencia que hace que te entre ganas de comprarte un kayak y recorrer costas, rios y embalses. Que tentación!
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